En el taller

Inversión inteligente: cómo lubricantes y refrigerantes de calidad pueden generar ahorros significativos

Por: John Sánchez Correa

En un contexto económico donde cada gasto cuenta, los conductores buscan formas eficientes de mantener sus vehículos en óptimas condiciones y, al mismo tiempo, reducir costos a largo plazo. Un factor clave en esta ecuación es la elección de lubricantes y refrigerantes de alta calidad, que aunque requieren una mayor inversión inicial, son fundamentales para evitar problemas costosos en el futuro.

Ahorro en mantenimiento y reparaciones

Uno de los beneficios más evidentes de usar productos de alta calidad es la disminución del desgaste del motor, lo que implica menos visitas al taller. Lubricantes y refrigerantes de calidad superior están diseñados para proteger las partes internas del motor, reduciendo la fricción y el calor generado durante su funcionamiento. Esto contribuye a una menor probabilidad de fallas mecánicas.

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Esteban Faini, ingeniero de Lubricación de Mobil en Ecuador, señala que «un lubricante de alta calidad forma una película protectora que minimiza el contacto directo entre las piezas móviles del motor, lo que prolonga la vida útil del mismo y disminuye los gastos en reparaciones”.

Eficiencia en el consumo de combustible

El consumo de combustible es otro aspecto que puede mejorar con el uso de lubricantes y refrigerantes de calidad. Al reducir la fricción dentro del motor, estos productos permiten que funcione con mayor eficiencia, lo que se traduce en menos consumo de gasolina.

Faini menciona que “el uso de lubricantes de alta calidad puede ahorrar entre un 1 % y 2 % de combustible, lo que, si bien parece un porcentaje pequeño, representa un ahorro importante para quienes utilizan el vehículo de manera frecuente».

Mayor durabilidad del motor

El cuidado del motor no solo evita reparaciones costosas a corto plazo, sino que también prolonga su vida útil, retrasando la necesidad de reemplazar el motor o incluso el vehículo. Los motores que operan con productos de calidad tienden a durar más años, lo que supone una ventaja económica significativa.

Carlos Herrera, especialista en mantenimiento automotriz, añade que “usar lubricantes y refrigerantes adecuados es crucial para aquellos que quieren optimizar la durabilidad de su vehículo y evitar los costos de adquirir uno nuevo antes de tiempo”.

A pesar de que los lubricantes y refrigerantes de alta calidad representan una inversión inicial mayor, su capacidad para disminuir el desgaste del motor, mejorar la eficiencia en el consumo de combustible y prolongar la vida útil del vehículo los convierte en una opción económicamente acertada. Para los propietarios que buscan maximizar su inversión y minimizar los costos operativos a largo plazo, estos productos son la mejor alternativa. (I)