Dos ruedas

Aspectos por considerar al comprar una moto grande

La decisión de adquirir una motocicleta de mayor cilindrada y potencia debe ser bajo un análisis minucioso antes que la capacidad adquisitiva.
Por: Redacción Motores

Las motocicletas representan una alternativa de movilidad utilizada por un número creciente de personas. Según los registros de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade), desde el 2019 en el país se venden más motos que autos y la diferencia tiende a incrementarse.

Entre enero y mayo de este año, por ejemplo, se comercializaron 88.053 vehículos de dos ruedas frente a las 42.388 unidades de vehículos livianos (automóviles, camionetas y SUV). Esa cifra también representa un crecimiento del 9,94 % respecto de las motos que se vendieron en el primer quimestre del 2023.

Aunque en buena medida esta realidad obedece al aumento de la demanda de servicios como alimentación, medicinas y paquetería a domicilio a partir de la pandemia, también hay quienes adquieren motos porque encuentran que su versatilidad y bajo consumo de combustible son ideales para el transporte individual cotidiano.

Varios de estos últimos usuarios al cabo de un tiempo suelen buscar un ejemplar con mayor cilindrada y potencia.

Proceso paulatino

Carlos Villagrán, excampeón nacional de motociclismo de velocidad y propietario del distribuidor Racing Parts, explica que lo ideal es que el ascenso a una moto de mayor cilindrada implique un proceso paulatino.

“La siguiente opción de una persona acostumbrada a una moto de 150 o 200 cm³ debería ser otra de no más de 400 cm³, para que la transición no sea brusca ni peligrosa. Pasar a un modelo más grande y potente sería como tratar de correr sin haber aprendido antes a caminar”, asegura.

Y es que a diferencia de lo que sucede en Europa, la legislación ecuatoriana no establece limitaciones a los nuevos poseedores de licencias de conducción de motos (tipo A) respecto de los vehículos que pueden operar. Esto deja ese apartado a su propio criterio, independientemente de que tengan o no la capacidad para manejar motos grandes, deportivas o con ciertas características específicas.

De ahí la necesidad de empezar con una moto pequeña con una potencia limitada y de alcanzar una experiencia que se traduzca en un dominio sobre ella. Esto aplica en cualquier caso y el proceso no debería ser de menos de un año si el uso de la moto es frecuente o de dos si es más esporádico.

Villagrán recuerda la importancia de portar siempre el equipo básico, que consiste en un casco debidamente homologado, guantes y ropa con protecciones. (I)